El miercoles marchabamos del valle con un contraste de colores y un poco de frio.
Hasta la Iglesia de Cerler nos hizo de musa.
Y hoy, los colores son todavía más intensos, colores cálidos, a pesar de la temperatura matinal.
Detalle de la helada matinal.
El pico de Cerler casi tan bonito que cuando está blanco.
Un poquito del grande, Aneto.
Perdiguero.
Eristes
Me despido viendo las primeras nubes delatando la próxima nortada.